Esta es una entrada un poco larga porque hay mucho que decir sobre Acción de Gracias. Primero empezamos con lo malo (lo que a la gente se le ha olvidado sobre la ceremonia). Luego seguimos con lo muy bueno, el hecho de que es una celebración dedicada a la familia y a la reflección. Y… ¿qué es lo feo? Es la gente atropellándose y matándose para entrar a las ofertas de Viernes Negro. (Este año hubo varios heridos en Buffalo, NY, y en 2008 hubo dos muertos en California). Mae, no puedo creer que estén replicando eso en CRC…
Deberíamos hacer una protesta…
Eso lo dijo una de las profesoras de idioma Navajo en la universidad, un poco un broma y un poco en serio. (Esa profe por sí misma merece una entrada del blog. Es una señora navajo buenísima gente y con los pies bien en la tierra. Ella empezó como profesora de primaria en una escuela rural y terminó con un doctorado). Estábamos en un salón para reuniones de los profesores de lingüística, y el resto de la gente en la habitación, estudiantes de la Maestría en Lenguas Indígenas Estadounidenses, asintió con la cabeza a la idea de la protesta. Sí, a como es la historia de ese día, la gente debería ser más consciente de cómo empezó y de qué pasó con los nativos americanos después…
¿Y porqué no la hacen?, le pregunté yo.
Meh… la haríamos, pero a los nativos americanos también les encantan las ofertas de Black Friday «Viernes Negro».
Hay gente indígena que se siente tan traicionada por la expresión «Día de Acción de Gracias» como algunos latinoamericanos cuando oyen que el 12 de octubre es el día de la «conquista de América». (En América Latina esa fecha evoca sentimientos tan negativos que el nombre se le ha ido cambiando con los años. Creo que en 2010 en Costa Rica ese día se llamó «Día de las Culturas»). Y con buena razón: Aquí en las escuelas les enseñan a los chiquitos que el día nació de la amistad entre los indígenas y los colonos ingleses, en la forma de un gran festival de la cosecha. Los primeros días de Acción de Gracias en el continente americano fueron en los 1600s, y el banquete más recordado es el de 1621 en Plymouth, Massachussetts. En ese año los colonos ingleses estuvieron a punto de morir, y dos jefes indígenas, Squanto y Massasoit, les tuvieron compasión y les dieron comida, semillas y conocimiento sobre cómo pescar y sostenerse por sí mismos. Así que, habiendo sobrevivido y aprendido, los colonos hicieron un gran banquete para dar gracias por estar vivos. Hasta ahí, todo muy bien. Pero, ¿cómo les pagaron los colonos de vuelta? Solo digamos que al final no terminaron como los mejores amigos… (Entiéndase, durante los siguientes 350 años los colonos y luego los estadounidenses les hicieron la vida muy difícil. Destino Manifiesto, asimilación forzada…. ya saben por dónde va la cosa).
Dos pinturas: La primera, un encuentro altamente idealizado entre culturas ("The First Thanksgiving" por Jean Leon Gerome Ferris (1863–1930)). En la segunda, de nombre "Destino Manifiesto", la luz de la civilización hace que los indígenas en el rincón inferior izquierdo del cuadro huyan hacia la oscuridad. (Pintura por John Gast (1772-1837)). Ambas pinturas pertenecen al dominio público). Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.
(Btw: Curiosamente, hay un conglomerado de grupos indígenas que sí hace una protesta por esto. Ellos organizan todos los años un Día de No Acción de Gracias en Alcatraz).
Otro ejemplo de una tradición totalmente cambiada es el plato principal de la comida. En estos días, la quintaesencia de la acción de gracias es el pavo, junto con acompañamientos como la salsa gravy, los arándanos, el pan de maíz y el pastel de calabaza. Sin embargo, los arándanos no se pueden comer sin azúcar (créanme… ya lo intenté; saben horrible) y en América no había azúcar. ¿Pastel de calabaza? No sin harina, de la cual tampoco había. Los indígenas se comían la calabaza como un vegetal. ¿Y el pavo? Aunque talvez comieron pavo [1, pg.38], en realidad el plato fuerte fueron los mariscos de la Bahía de Plymouth. Y de todos los mariscos, uno en particular fue la estrella del día: la anguila [2], que era «gorda y dulce» según los pobladores [3, pg.26].
Pero talvez lo que más ha cambiado es el espíritu de la celebración. El Día de Acción de Gracias era un festival de la cosecha, y de hecho el festival se celebraba de forma irregular, cada vez que los colonos determinaban que habían tenido una «buena cosecha». Ya en los años 1770s, el sentido de «festival de la cosecha» se estaba perdiendo, y cuando George Washington proclamó el «primer día nacional de acción de gracias» en 1777, lo hizo para agradecer por la existencia de la patria [4]. Las proclamas presidenciales siguieron dándose ocasionalmente hasta 1815, pero de 1816 a 1862 no hubo ningún día de acción de gracias. Y entonces, en 1863, Abraham Lincoln pidió que todos tomaron un día para agradecer porque la nación seguía resistiendo a la Guerra Civil, y sugirió que el evento debía fijarse anualmente. Para ese entonces, el día ya no se trataba de la cosecha, sino de agradecer por tener a la gente de la familia a la par. Y desde ese entonces, todos los años a final de noviembre se celebró la Acción de Gracias.
Es así como lo entiende la gente hoy en día: El Día de Acción de Gracias es un día para estar con la familia. Además, lo piensan como una celebración bonita porque no existe la «presión» de tener que comprar regalos para nadie. Ese día, lo único que importa es el gozo de verse juntos alrededor de una mesa. O por lo menos así lo describía Andréa, una compañera mía a la que literalmente le brillaban los ojitos llenos de esperanza al contar que iba a tomar un vuelo para ver a su familia en California. (De hecho, hubo un momento extraño porque ella me preguntó que qué iba a hacer yo ese día. Seguro que estudiar y nada más, respondí yo. En ese momento, los ojitos de esperanza le cambiaron a ojitos de tristeza, como si alguien en Costa Rica dijera que para Navidad o Año Nuevo lo que va a hacer es estudiar y nada más. Me sentí tan culpable que le respondí No, no… seguro algo hago por ahí). Yo no sabía que esta gente se lo tomaba tan en serio… Mientras ellos hablaban de lo que iban a hacer, parecía que le tienen tanto aprecio al Día de Acción de Gracias como los costarricenses le tenemos a las celebraciones de diciembre. No me había dado cuenta hasta ahora.
Así que, determinado a no ser un mentiroso (y un amargado), me puse a pensar qué hacer para Acción de Gracias. Por suerte, la gente de lingüística organizó un almuerzo de Acción de Gracias para los que nos quedábamos en Tucsón. (De mi generación creo que absolutamente todos se fueron de la ciudad para visitar a sus familias en otras partes de la Federación). Y yo me ofrecí a hacer… ¡salsa de arándanos!
Receta de Acción de Gracias con letras de Google. (El nombre Google y las letras del Google Doodle son marca registrada de Google Corporation).
Por supuesto, yo no tenía la más mínima idea de cómo hacer salsa de arándanos. Por dicha, como pueden ver arriba, Google puso en su página inicial algunas útiles recetas de día de Acción de Gracias. Ni lerdo ni perezoso, fui a buscar los deliciosos ingredientes. Me costó que esa cosa redujera (y creo que la dejé mucho tiempo al fuego), pero al final pude hacer algunos deliciosos tarros de salsa para pavo.
Salsa de Arándanos (Por cierto, la receta puede llevar nueces y canela, pero al final no le puse ninguno de los dos ingredientes)
La fiesta era en casa de uno de Kevin, un muchacho que creo que está como en tercer año. El mae se encargó de preparar el pavo, así que yo simplemente agarré mis tarritos de salsa y me fui caminando a la casa de él. (Por dicha vive como a 6 cuadras). Como pueden ver por las fotos de abajo, llegué justo a tiempo…
Plato principal del almuerro de Acción de Gracias. (Y por cierto, si ponen atención a la foto izquierda, van a notar que en el refri hay un anuncio de un concierto de una banda. Le ofrezco un premio de un tarrito de jalea de cacto o un chocolate de 60% cacao a quien diga primero: ¿Cómo se llama la banda? Una pista: es el rótulo que está por los jugos).
¡Comida! Creo que la única persona conocida para ustedes en esa foto es Deniz, la muchacha turca que es mi mentora aquí en la universidad. Por ahí habían algunos extranjeros también, como Alex la australiana y Colin el canadiense. (Por cierto, los canadienses tienen su propio día de Acción de Gracias, con su propia fecha y su propia historia. Para más info, ver aquí). En la mesa había todo tipo de viandas deliciosas… Pan de maíz, stuffing (pedacitos de pan con especias y/o frutas que se ponen dentro del pavo), salsa gravy, vegetales y champiñones rostizados, börek (un plato turco de espinas y pasta filo, similar a las spanakopitas griegas), frijoles con azúcar moreno… De postre hubo pastel de calabaza y pastel de pecanas. Estuvo buenísimo.
Almuerro de día de acción de gracias
Dos de los chiquillos hicieron un pedacito del ritual de Acción de Gracias, para emular lo que pasaría si estuviéramos en alguna de las millones de mesas familiares en donde se estaba llevando a cabo esa ceremonia. Todos fuimos, en círculo, diciendo las cosas por las cuáles estábamos agradecidos. (Yo estuve agradecido por estar ahí, porque había gente que me estaba empezando a conocer en UofA, por la noiva [sic], y porque había gente en casa esperando mi regreso). Luego, uno de los muchachos pronunció una pequeña oración, y a continuación… Ni una palabra. Ni una palabra durante un largo rato… Todos estaban atacados comiendo. Qué puedo decir, hacía mucha hambre.
¡El resto de la tarde la pasamos bien! Conversando de tonteras, hablando tradiciones en diferentes lados… Y quejándonos de haber comido demasiado. (Y por cierto, se dice que hay un video de yo y otro mae peleando con espadas Nerf, hechas de un material suave para no matar a nadie. ¡Y se dice que yo gané el duelo! Todos esas escobas rotas jugando a los Jedis por fin sirvieron de algo).
Así que, pude celebrar un día festivo local. En este país lleno de contrastes, la celebración menos materialista del año es seguida por uno de los días más materialistas del año. En este país de mil historias, cada uno toma una y vive su vida de acuerdo a ella. Y en este país, mucha gente comió pavo el jueves pasado. (O pavos hechos de tofu. También hay de esos). Lo único que puedo decir es, ¡por dicha pude celebrarlo! La verdad la fiesta estuvo muy bonita, y tuve un pequeño vistazo al alma de la gente de este país. Espero poder seguir aprendiendo más. A todos los chiquillos, gracias por tratar de explicarme lo que el día significaba para ellos. Y a todos mis compañeros de UofA, a todos los Fulbrighters, y a todos en general, ¡feliz día de Acción de Gracias!
[Y agárrense, porque las dos semanas finales del semestre se vienen pero con todo!] [Suena Jugo de piña en el fondo].