Fast Forward: Tres meses

¡Tres meses! Ese parece ser el tiempo que ha pasado desde la última vez que posteé en el blog. ¡Qué vergüenza, Rolando! Después del viaje a Nashville para el seminario Fulbright me dediqué de lleno al semestre, y supongo que me hundí completamente en las clases porque siento que no he tenido tiempo para nada. Hacía finales de abril me estaba ahogando con los exámenes finales, y luego el mes de mayo me la pasé preparando la clase que estoy enseñando ahorita en junio. Hmm… hagamos lo siguiente: Supongo que un pulpo maligno me distrajo estos tres meses, y comencemos de nuevo. ¿Qué tal?

Pulpo Maligno que me tenía distraído. ¡Todo es culpa del pulpo! (Propiedad de SpreadShirt: http://www.spreadshirt.es/pulpo-maligno-3-C4408A13409078)

Con respecto a mis estudios, ¡pasé todos mis cursos con A! Fue una trabajada de locos, pero por dicha pasé todo. Estudié mucho sobre lenguas indígenas, aprendí montones de cosas sobre sistemas fonológicos no-deterministas, y traduje mucho japonés clásico. Bueno, no muúucho, pero sí traduje cosas inusuales, como esta a continuación:

其日のかへさ、ある茶店に立寄けるに、てふと云けるをんな、あが名に發句せよと云て、白ききぬ出しけるに書付侍る。
蘭の香やてふの翅にたき物す。

Sono hi no kaesa, aru chamise ni tachiyorikeru ni, Chou to iikeru wonna, «aga na ni hokku se yo» to iite, shiroki kinu idashikeru ni kakitsuke haberu.
Ran no ka ya chou no tsubasa ni takimonosu.

De regreso aquel día pasamos por una casa de té, y una muchacha llamada Mariposa me pasó su ropa interior y me dijo que «escribiera un poema en su nombre». Yo escribí:
La fragancia de la orquídea perfuma las alas de la mariposa.

Matsuo Basho, Oku no Hosomichi

Esto lo escribió Basho, el señor que inventó el estilo haiku. Un día de 1689 salió de su casa a hacer un viaje por Japón, y se encontró con todo tipo de aventuras (luego escribo una entrada entera dedicada al libro que escribió, el Angosto Camino al Interior del País). La palabra shiroki kinu significa algo como «ropa interior de seda», que las mujeres usaban en la parte de arriba, debajo del kimono. ¿Supongo que la traducción más cercana sería brassiere? A menudo ellas perfumaban esa pieza de ropa (a veces con incienso y a veces con flores), y por eso el tema del poema.

Con respecto a ir a lugares, por dicha he tenido alguna chance de explorar el mundo en estos meses. Fui al congreso SILS Stabilizing Indigenous Languages en la Universidad de Nuevo México, y de paso fui a ver los radiotelescopios del Very Large Array de Nuevo México. Fui hasta el Gran Cañón con mi novia Lí, y fui a Nogales, México con mi amiga Tania. (¡Qué comida tan rica que se come ahí!). Como pueden ver, hubo mucho sabor desértico en mis caminos de estos meses.

Viajes de Abril y Mayo 2011

Algunos viajes que hice en abril y mayo 2011

Por cierto, menciono el clima solo porque tengo que: Ya estamos en lo más y mejor del verano caliente en Tucsón. Las temperaturas del medio día están llegando fácilmente a los 41°C. El sábado llegó incluso a 42°C. Ustedes pueden ver qué temperatura le está haciendo a Rolando yendo al sitio del clima del periódico AZCentral.

Con respecto al trabajo, estoy trabajando fuerte con el Instituto para el Desarrollo de las Lenguas Indígenas Estadounidenses (AILDI), dando un curso de un mes sobre Tecnologías y Revitalización de Lenguas. El curso es durante el mes de junio, y se lo estoy dando a un grupo de 19 profesores de primaria mexicanos que son de poblaciones indígenas. (Es demasiado bueno; en total tengo hablantes como de 15 idiomas en la clase). Ellos vienen con un programa que se llama SEED, patrocinado por la Universidad de Georgetown, a estudiar y entrenarse durante un año en Estados Unidos. La mía es la última clase que van a recibir en el año. Hay gente que está haciendo proyectos muy bonitos. Uno está haciendo un diccionario digital en zapoteco, otro está haciendo un sitio web todo bonito… La clase ha sido compleja de manejar, pero por dicha creo que les está yendo bien. Me quedan todavía dos semanas como profe.

Slides Revitalización SEED

Algunas filminas que he hecho para la clase de Tecnologías y Revitalización de lenguas indígenas. (Todas las presentaciones, junto con la información de copyright, se encuentran en http://www.slideshare.net/rolandocoto . Todas las ilustraciones mostradas aquí son propiedad de sus respectivos dueños).

Tengo que ir a dar clases en un par de horas, así que por ahora dejo el resumen por aquí. Pero espero poder volver para contarles el detalle de las historias de las últimos meses, y para ponerlos al corriente de cómo avanza el mes de junio. ¿Lograrán mis alumnos compilar sus proyectos finales? ¿Irá Rolando a sobrevivir el verano? ¿Venderán alguna vez una empanada de pollo en Tucsón? Las respuestas a dos de esas preguntas las iremos sabiendo en las próximas semanas…

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Bonjour Hello!

Hasta ahora he evitado el tema del Español de Estados Unidos porque la verdad es un tema taáan complicado… Hay mucha política involucrada, muchos sentimientos en conflicto, y muchas cuestiones de identidad de los que los hablantes del español de Latinoamérica nunca nos hemos preocupado. Pero he aquí un comentario sobre una experiencia personal que he tenido con el español aquí.

Según el censo del año 2000, el 23% de la población de Pima, el condado donde vivo, hablaban en español en del hogar. (Con razón a veces me he sentido como en un extraño limbo latinoamericano). Seguramente en el nuevo censo de 2010, cuya información está siendo procesada todavía, el porcentaje vendrá más alto.

Haga clic en la imagen para verla en su contexto original.

Porcentaje de la población de Arizona que usa el español como primera lengua en el hogar. El mapa está separado por condados. (Datos: Censo 2000. Ilustración creada por Mortadelo2005, usada bajo licencia CC-2.5-BY).

Un factor que hay que tener en cuenta es que en el Suroeste de Estados Unidos hay dos tipos de latinos: Los que han estado en aquí desde que esta tierra era México, y los que han llegado en los últimos 30 años. (Eso sin contar a las familias que siempre han sido transfronterizas, a los pueblos indígenas como los Tohono O’odham que hablan español en un lado de la frontera e inglés del otro lado… El mosaico es complicado). Los dos macrogrupos de latinos no siempre están de acuerdo en todo, y de hecho muy frecuentemente se encuentran en lados contrarios del espectro político. Pero talvez la diferencia más visible entre los dos grupos es que los latinos de más larga data, aún cuando se identifiquen muy fuertemente con la identidad latina, no siempre hablan español. Así que, aún si uno ve de reojo a alguien que pudiera ser latino, no se puede saber si la persona habla español o no. Y recuerden que identificar a los latinos no siempre es fácil. Nosotros venimos en todas las presentaciones, desde rubio escandinavo hasta negro Madre África.

(Para que vean cuán complejo es el asunto de la lengua y la cultura, les hago a ustedes la siguiente pregunta: ¿Ustedes creen que una persona se puede llamar a sí misma latina sin hablar español? — De fijo les salieron muchas razones en la mente de porqué sí y porqué no… Aquí se lo han estado preguntando durante muchos años, y les respuestas son desde muy intelectuales hasta completamente viscerales. Si de veras quieren saber más al respecto, pueden leer los artículos sobre los Chicanos y sobre el español de Estados Unidos en Wikipedia. Pero si no tienen tiempo, tómenme la palabra. Es complicado. Una cosa de la que estoy orgulloso es que, durante mis viajes, he tenido oportunidad de conocer muchas de las diferentes culturas que componen Latinoamérica. Pero la cultura latina del Sur de Estados Unidos está resultando ser un reto supremo).

Hay una situación divertida que se deriva de todo esto: Es obvio que mucha de la gente alrededor mío habla español, pero, ¿cómo saber quién lo habla y quién no? La apariencia no es para nada un factor que ayude. Pero fijo que, si oigo a alguien hablar en español, yo intentaré hablar español con esa persona. Así que, ¿cómo hago para sortear el obstáculo del idioma? Es aquí donde la solución canadiense nos puede dar una respuesta. En Québec, la provincia francoparlante de Canadá, es común que si un cliente desconocido entra en una tienda, la persona que atiende no lo salude ni en francés ni en inglés, sino en los dos: Bonjour Hello! Esta forma híbrida le da la opción al cliente de contestar en inglés o en francés, y así la interacción continúa en el idioma que el cliente elija.

Haga clic en la imagen para ir al sitio de entrenamiento bilingüe de Parks Canadá

Saludo multilingüe (Imagen propiedad de Parks Canada Parcs Canadá, una agencia del gobierno de Canadá. Todos los derechos reservados).

«¡Esa es una idea inteligente!», pensé yo pocos meses después de haber llegado aquí, y desde hace algún tiempo he tratado de usar la forma Hello Buenas si sospecho que alguien podría ser hablante del español. Siempre soy muuuy cauteloso, por supuesto, y lo hago solo si me parece que la persona estaba hablando español anteriormente, o si la persona tiene un acento extranjero que claramente indique que es hablante del español.

¿Que cómo me ha ido? Pues alguna gente me contesta en inglés, y alguna gente me contesta en español. Creo que he notado un patrón, y aquí va mi hipótesis al respecto. Uno pensaría que la gente que trabaja en el sector servicios siempre me va a contestar en español (porque «desean» atenderme como parte de su trabajo), pero eso no siempre ha sido cierto. Los resultados están más en línea con lo que la teoría sociolingüística predice: Aquella gente que siente menos presión para ser parte de la sociedad angloestadounidense, la que ya tiene sus necesidades satisfechas, normalmente pueden expresar su identidad única y diferente y se siente cómoda hablándome en español. Esta gente incluye, hasta ahora, a los estudiantes de la UArizona y la gente que trabaja dando la bienvenida en los supermercados.

La gente que tiene trabajos físicos, por el otro lado, me contesta de vuelta en inglés y normalmente se niega a hablarme en español. El fontanero de mis apartamentos, por ejemplo, se llama Jorge, pero insiste en hablar en inglés y que lo llame «George», a pesar de que lo saludo en español. Sammy, el vendedor de perros calientes del Día de los Muertos, no me respondió en español, por más que yo le dijera las cosas en la lengua de Neruda. (De hecho, en esa entrada del blog, Día de los Muertos Parte 2, yo ya había mencionado que había algo extraño con la relación entre Tucsón y el idioma español). Esto probablemente tenga que ver con el hecho de que estas personas, que tienen trabajos menos prestigiosos, estén tratando de integrarse a la cultura mayoritaria, y por eso se esmeran en crear una imagen compatible con esa cultura. Quienes ya «tienen qué comer», por el otro lado, pueden darse el lujo de acceder a una identidad cultural divergente de la identidad mayoritaria. De nuevo, esto es una hipótesis, pero creo que no es una hipótesis descabellada.

¿Cuáles han sido las experiencias de ustedes con el español de Estados Unidos?

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Noches calientes de Nashville, Parte 1

Un aspirante a cantante de música country llega al
centro de Nashville en autoestop [sic], sin nada más
que una vieja guitarra colgada del hombro. Mira las
luces de neón de Lower Broadway, respira hondo el
aire con aroma a humo y cerveza, escucha el repiqueteo
de las botas en los locales atestados y se dice a sí mismo:
«lo he logrado». Esto no es un club de country cualquiera,
esto es Nashville.
Alexis Averbuck y Emily Matchar
Lonely Planet, «Estados Unidos»

La mente se nos llena de imágenes cuando alguien menciona algún lugar famoso del planeta. Quién puede evitar imaginar grandes paisajes al escuchar las palabras Paris, Londres, Sydney… ¿Qué tal Tennessee? El Sur de los Estados Unidos talvez no evoque imágenes arquitectónicas, pero la mención de lugares como «Tennessee», «Georgia» y «Alabama» acarrean consigo sus propias imágenes. Cuando las escuchamos pensamos en Elvis Presley y en Forrest Gump, en las Southern Belles «damas sureñas», y en el Cinturón BíblicoGuerras civiles, Martin Luther King, los Duques de Hazzard… Pensamos en eso, y casi al mismo tiempo nos recordamos de la comida del Sur, mucha de ella conocida en todo el mundo. Pollo frito, pasteles de pecanas, barbacoas… El Lonely Planet, por ejemplo, traía una sección de «cómo garantizar una barbacoa con auténtico sabor sureño». Nada mal, nada mal…

Finalmente, pensamos en la música: Rock ‘n roll, blues, jazz… (Es curioso pensar en estos estilos de música como folklore, pero esta realmente es la música folklórica del Sur de Estados Unidos)… Y por supuesto, pensamos en la música country, esa guapachosa concocción orgullosamente estadounidense. Nashville en particular es la capital de la música country en los Estados Unidos. Uno de sus apodos es el de «Ciudad Musical» (uno que supuestamente le dio la Reina Victoria de Inglaterra). Y eso era realmente lo único que conocía de la ciudad antes de ir. Como todo en la vida, lo aprendí de Los Simpsons: Una vez en una feria del pueblo había un grupo de gente bailando música country (mientras Homero comía chile con carne), y el personaje Cástulo Smithers le pidió a Marge Simpson que bailara con él. Para demostrar su habilidad a todos, Smithers lucía una vistosa chaqueta que tenía las palabras Noches calientes de Nashville en neón fosforescente.

Noches calientes de Nashville. El personaje "Smithers" y la serie "Los Simpsons" son propiedad de 20th Century Fox; todos los derechos reservados.

Hmm… muchas imágenes mentales. Pero, a todo esto, ¿qué estaba haciendo yo en Nashville? A los Fulbrighters de primer año nos invitan a un evento llamado Seminario de Enriquecimiento Fulbright, en el que conocemos a otros becados y participamos en seminarios, eventos culturales y actividades de voluntariado. A mí me avisaron en noviembre que iba a ir, y el 10 de febrero agarré el avión para allá. Es una actividad muy estimulante intelectualmente: Al seminario en Nashville llegaron becados de más de 70 países, cada uno de ellos con experiencias e historias interesantísimas que contar. Mis compinches más compinches fueron una ecuatoriana que escribe guiones en Hollywood (literalmente), una portuguesa que estudia neurobiología en Stanford, un español computín que trabajó para la Agencia Espacial Europea, un dominicano que estudia etnomusicología y está trabajando en la historia del merengue, y una indonesia de Papúa que hace psicología en zonas rurales. Como pueden ver, ¡sí había gente interesante! Durante los tres días que estuvimos ahí, discutimos cosas de conservación del medio ambiente, los retos de los Fulbrighters en cada país, y el rol de la educación en la disminución de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera.

Pero volvamos a Nashville.

El lado académico estuvo bien (¡y sí aprendí cosas!), pero lo más emocionante para mí fueron las actividades culturales y la ciudad en sí. Como parte del programa, en la primera noche nos llevaron al Museo y Salón de la Fama de la Música Country, donde tuvimos la oportunidad de ver cosas como el Cadillac cubierto de oro de Elvis, carros de cantantes que tenían pistolas en lugar de manijas para abrir las puertas, y muchos, muchos pero muchos discos de oro y platino. (Sé que suena como un lugar un poco chafa, pero la verdad estuvo bonito. El museo recorría la historia de la música de ese país desde finales del siglo XIX, y luego pasaba por las diferentes etapas de la música del Sur durante la segunda mitad del siglo XX).

A la noche siguiente, un grupo de familias nos recibieron en sus casas para darnos una cena tradicional. (Eso lo organizó Fulbright junto con la Universidad de Vanderbilt). Una cosa de la que se enorgullece el sur es de la «hospital sureña«, y de la forma cordial en que tratan a los invitados, así que supongo que Fulbright quería que sintiéramos eso. Esta era nuestra oportunidad para ir más allá de la superficie de la ciudad. Yo y otros 6 Fulbrighters fuimos con un par de familias amigas, de tal manera que comimos la cena en una casa y luego el postre en otra casa. Las dos familias eran amigas porque las dos señoras eran «co-agüelas»: Las dos se habían hecho agüelas más o menos al mismo tiempo, y decidieron escribir juntas un libro de «rezos para que las agüelas recen con sus nietos». La comida estuvo muy bien (no fue barbacoa; fue pollo con salsa), pero el postre en particular fue de otro mundo: crema batida fresca con bayas y frutishas [sic] del bosque.

La cena tuvo muchas chispas culturales interesantes: La familias se pusieron a preguntarnos que quién pensábamos nosotros que había sido la persona más importante de la historia [un tip: en esta parte del país la respuesta correcta normalmente es Jesús]. También hubo oportunidad para que ellos dijeran que no habían votado por el actual presidente de Estados Unidos, pero que aún así él era «el presidente» y que su cargo se respetaba. (Lo dijeron con toda sinceridad, pero las palabras se sintieron un poco como cuando Kent Brockman le reiteró su lealtad a «este país y a su presidente humano»). En general la noche estuvo muy bonita, y tuvimos bastante oportunidad para discutir cándida y sinceramente las diferencias entre nuestras culturas. ¿El resumen de la noche? Muy buena comida, gente muy respetuosa pero con puntos de vista muy arraigados, y una recepción muy cálida. Justo lo que el Sur nos había prometido. ¿El detalle más bonito de la noche? Que ellos realmente trataron de hacernos sentir bienvenidos, y hasta tenían un mapamundi en la pared, en donde querían que pusiéramos post-its con nuestros nombres a la par del país de dónde veníamos. Realmente intentaron hacernos sentir como en casa.

Actividades culturales: Museo de la Música Country y la visita a las familias

(Por cierto… se me perdió la cámara en Nashville. Meh… Todavía no sé bien cómo pasó, pero, por ahora, van a tener que disfrutar de mis artísticas fotografías hechas a mano y capturadas con el ojo de la mente).

La ciudad… ¡la ciudad! Además de «Ciudad Musical», Nashville tiene otros sobrenombres, uno de los cuales es «la Atenas del Sur» debido a la gran cantidad de universidades que tiene la ciudad (42 a la fecha, según Wikipedia). De hecho, para hacerla parecerse aún más a Atenas, ¡hace cien años construyeron una réplica exacta del Partenón, con todo y una Pallas Atenea de 13 metros de alto! Y algo muy especial pasó durante toda la estadía: Yo nunca había podido tocar la nieve en mi vida, y en Nashville fue la primera vez que la toqué. (Antes la había visto desde aviones, o a la distancia, pero nunca la había tocado). Durante la semana anterior, una ola de frío había dejado un trillo blanco de varios miles de kilómetros, desde Texas hasta Virginia. No hice más que salir del aeropuerto y pude tocar la nieve, tan suave sobre los arbustos que hacía que un copo pareciera estar hecho de piedras.

Hechos extraordinarios en Nashville: Una réplica del Partenón, y una cubierta de nieve sobre la ciudad.

Por suerte, sí tengo un par de fotos digitales de la nieve.

Nieve en la ciudad de Nashville, Tennessee. Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.

Y después de las actividades, era de noche y la ciudad nos invitaba a salir. Esta es la parte más importante de la historia. El clima podrá haber estado frío, pero ciertamente las noches de Nashville eran festivas y calientes. Había un lugar llamado Broadway, con varias cuadras llenas de bares y lugares de música, que durante las noches tenían música en vivo de todos los tipos. Desde rock y música alternativa de los 90s, hasta country, bluegrass y honky-tonky. Los Fulbrighters no somos para nada un grupo de intelectuales áridos, así que siempre agarrábamos y nos íbamos en grupo para conquistar la ciudad. Solo digámoslo así: Hubo toros mecánicos involucrados. (Yo duré 36 segundos… ¡no tan mal!) Me encantaron las noches de Nashville. Siempre había fiesta, siempre buena música tocada por jóvenes que querían hacerse un nombre en la escena del lugar… Clásicos de Johnny Cash, clásicos de Oasis… cosas folklóricas que ni siquiera sé qué eran. ¡Y Broadway nos quedaba cerca del hotel, así que podíamos ir a venir a las 3 a.m.! La verdad no me había divertido tanto en lugar de Estados Unidos desde hace muchos años. En la última noche rebotamos entre el club de blues de B.B. King, un bar con tema «Ruta 66«, un lugar donde todo el mundo llevaba jeans sin importar cuán jóvenes o viejos fueran, y un bar donde incluso hubo un pleito de puñetazos.

¡Mucha diversión!

Y eso nos devuelve adonde empezamos. Uno cree conocer cosas de una ciudad por lo que lee o por lo que ve en la televisión, pero no hay nada como ir al lugar y enterarse uno mismo. Esa es la parte más rica de los intercambios internacionales. Confieso que yo nunca hubiera ido a Nashville por mi cuenta; siendo la música el único atractivo turístico, yo probablemente hubiera dicho «paso» y hubiera elegido un lugar más grande o más cosmopolita. Pero no me arrepiento de haber visitado la que ahora es mi ciudad favorita de este país. Me encantó el viaje, conocí una parte nueva de este lugar, y la verdad me muero por regresar y aprender más de Tennessee y del resto del Sur.

Me quedan cosas que contar sobre el viaje a Nashville; ahí les iré incorporando al blog. Solo falta una pieza del rompecabeza: ¿Porqué esta entrada es la «parte 1»? Porque estoy tratando de conseguir fotos del viaje de mis compañeros. Apenas las tenga las pongo por aquí. ¡Pronto, pronto!

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En Clave Afrocaribe

Lí me enseñó esto un día de estos, y la verdad que tenía que compartirlo. El Centro Cultural de España en Costa Rica lanzó un proyecto de nombre «En Clave Afrocaribe». Parece que el proyecto es un libro sobre música afrocaribeña, acompañado de un DVD y un CD con excelente música del Caribe de Centroamérica, República Dominicana y Haití.

Algunas canciones de En Clave Afrocaribe. La ilustración es propiedad de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo; todos los derechos reservados. Haga clic en la imagen para ir al sitio de "En Clave Afrocaribe" del Centro Cultural de España en Costa Rica.

Aquí está la descripción que ellos le dan al proyecto:

En Clave Afrocaribe: Expresiones musicales de la población afrodescendiente del Caribe de Centroamérica, República Dominicana y Haití.

En Clave Afrocaribe es un proyecto en red de los Centros Culturales de España en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana, cuyo objetivo general es visibilizar las ricas y diversas expresiones musicales afrodescendientes de la costa Caribe de Centroamérica, República Dominicana y Haití, a través del estudio, recuperación y difusión de sus diferentes ritmos.

Hay dos cosas que me encantan de este proyecto. Primero: ¡los resultados están libremente disponibles al público! Me parece que ofrecer las cosas abiertamente es la mejor manera de visibilizar los contenidos. A nosotros nos ha funcionado muy bien con los repositorios, y me siento muy contento de que esto esté disponible a quien lo quiera escuchar. Así más gente va a saber de Centroamérica y de toda la belleza que le espera allí.

Lo segundo que me encanta es que, además de Calypso limonense, hay mucha música Garífuna. Los garífuna son un pueblo que vive en las costas de Honduras y Belice que tiene una historia interesantísima. Son una mezcla de esclavos negros, procedentes originalmente de Nigeria vía San Vicente, con gente indígena del Caribe, entre ellos los carib de las Antillas y los arahuacos de Guyana. Esa gente se mezcló originalmente en San Vicente y luego fueron transportados hasta Honduras por los británicos, donde se asentaron y contribuyeron un granito más a nuestra riqueza cultural. (Más sobre los garífunas aquí). Su música es una perspectiva diferente de la confluencia entre lo caribe y lo africano, y realmente los invito a oírla. Vayan al sitio de internet de En Clave Afrocaribe y dénle una checada. Puede escuchar las canciones directamente de ahí, o descargarlas todas y llevarlas en su iPod/MP3-cosito. Las canciones Garífunas ahí incluidas son Sensu Tioü BalebeiBusiñe WaullaHattiePressureVinu NiguirayaliCame Beyedana. (Perdón pero no les doy traducción. ¡Van a tener que escucharlas pa’entenderlas!)

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Frío

La cosa comenzó en noviembre cuando los árboles comenzaron a ponerse de colores. Los días ya no quemaban tanto (eso siempre es bueno), y las noches comenzaban a caer más temprano. Un día vino el señor de mantenimiento a encenderme el gas para la calefacción de la casa. «No creo que lo vaya a necesitar,» le dije yo. «Sí, lo va a necesitar…» me respondió mientras encendía la perilla. Como nunca me ha molestado mucho el frío, no me preocupé por lo que me decía el señor… Seguro estaba exagerando. «Y además, vivo en el sur de los Estados Unidos, casi en el norte de México,» me decía a mí mismo. «Cuán frío se puede poner…».

En diciembre la cosa empeoró. Antes de irme a Costa Rica las temperaturas en la madrugada podían llegar a 0°C… Una noche la temperatura llegó a -5°C. (Esa noche hice un pequeño experimento: Puse un poco de agua sobre las matas a ver si se congelaba. Por alguna razón que no entiendo, el agua no se congeló). Y aún estando en Costa Rica escuchaba rumores de que en Tucsón la cosa estaba tan fría que quería caer nieve (Rumor 1, Rumor 2). Pero volví, y aunque en la noche ciertamente hacía mucho frío, todavía no llegábamos a ningún punto de no retorno.

Y entonces llegaron los días 3, 4 y 5 de febrero. Si ven la ilustración de abajo, podrán ver hasta dónde llegamos.

Clima del 3 de febrero a las 9 de la mañana. El gráfico del pronóstico del tiempo es propiedad de azcentral.com.

Menos dieciséis grados centígrados. (Y sin nieve, porque aquí no hay suficiente humedad para que caiga nieve. Meh…). Yo nunca había sentido algo así. Uno sale a la calle, y durante el primer segundo todo está bien. Pero cuando llega el segundo segundo, el frío se le comienza a meter a uno como agujas en la piel. Y entra por todo lado… El frío aprovecha cualquier güequito [sic] en la ropa y cuando uno se da cuenta lo tiene hasta en los güesos [sic]. Las tuberías de agua se congelaron así que no pude bañarme durante esos días. (De hecho, el agua caliente tardó dos semanas más en llegar, haciendo del baño una tarea insufrible. Ustedes podrán decir que soy un suavecito, pero los reto a bañarse apenas por encima del punto de congelación, en un ambiente bajo cero. ¡La gente se muere haciendo eso!). A muchísima gente en la ciudad se le congelaron las tuberías, entonces todos estábamos en las mismas. Era bastante gracioso ver a todo el mundo despeinado y sin bañarse… ¡Y las calles! En algunas calles había tuberías con fugas y cosas así, y esas calles quedaron cubiertas de hielo (el cual, por cierto, es sumamente resbaloso y peligroso). Pasaron varios días, pero finalmente a la siguiente semana las temperaturas volvieron a subir por encima de 0°C.

Damas y caballeros… eso es tener frío. No creía que pudiera vivir eso en esta parte del planeta, pero bueno, el calentamiento global no deja de sorprendernos. De hecho, en Tennessee hizo menos frío, ¡y allí había nieve, y todo! (Más sobre la nieve en el siguiente post).

Según la marmota Punxsutawney Phil, la primavera va a llegar temprano este año. (Hay una tradición en un pueblo de Pennsylvania que dice que, si una cierta marmota llamada Phil ve su sombra el 2 de febrero, entonces el invierno seguiré seis semanas. Si no la ve, el invierno se acabará rápido y pronto llegará la primavera). Aquí en Tucsón ya tenemos temperaturas bastante primaverales, y como que a los árboles les quieren salir hojas. Le tengo un poco de miedo al verano, pero si el invierno nos deparaba más temperaturas como esas, ¡le digo «adiós» sin ninguna pena!

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Recuerdo de Año Nuevo Chino

¡Feliz post-año nuevo chino! No me dio tiempo de postear acerca de esto, pero por dicha yo también pude celebrar el año nuevo chino el pasado 3 de febrero. Lí nos contó de sus experiencias en el Año del Conejo en el Tin Jo, pero lo que no les hemos contado es que nosotros también tuvimos una fiesta de año nuevo, con fideos y todo para atraer la buena fortuna.

¡Decoración de año nuevo!

Lí y yo nos pusimos de acuerdo para cenar el 3 de febrero. Ella tenía y fideos, y yo… Pues yo me esmeré en encontrar lo más parecido a comida china que tuviera en las cercanías, y eso por supuesto terminó siendo Panda Express (un restaurante de comida china rápida que hay en el food court de la U). Debo confesar que la comida que más extraño de Costa Rica es la tradicional comida china costarricense. Ese chop suey criollo, ese arroz cantonés (que en realidad es arroz con lo que sea que uno encuentre de la noche anterior)… y sobretodo esos deliciosos wantánes fritos. Ninguna de esas recetas se encuentra en China. El wantán frito, en particular, es una receta muy del continente americano, y mucho de lo que comemos en un restaurante chino en Costa Rica fue inventado cuando los primeros chinos llegaron a Limón a finales del siglo XIX. (¡En serio! Vean el artículo de Wikipedia. En China lo que comen es wantán suave). El wantán está adaptado a los gustos de cada país y aquí, cuando lo venden, lo que venden es una bolita frita, y no el delicioso buñuelo al que estamos acostumbrados. En Panda Express lo que venden es una bolita de wantán relleno de queso crema y cangrejo (un rangún de queso crema)… ¡Qué tan alejado del sabor del chino de la esquina!

(Nota 1: No es que no extrañe la comida de mi madre. Es que mi mamá, cuando estaba embarazada en el sur de Costa Rica, tenía demasiados antojos de comida china. Creo que así de profunda es mi conexión con el wantán).

(Nota 2: Lí y yo siempre hemos pensado en hacernos un blog de «catadores de wantán», e ir por Costa Rica probando el sabor de esta delicia de la culinaria costarricense. Me pregunto: ¿qué tipo de escala se podrá hacer para medir la calidad de una experiencia wantanística? ¿Qué piensan ustedes que debe incluir una buena escala de catación de wantán?)

Fui al Panda y conseguí lo que se viera bueno. Me compré un plato con fideos y vegetales y aparte (aquí no me lo mezclan, no) dos tipos de carne: pollo en salsa de naranja, y pollo con pimienta negra. Regresé a la casa, ¡y comenzó la celebración! Por dicha hubo rica comida y excelente compañía.

¡Feliz Año Nuevo Chino! (Como es usual, haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma).

Nos hacemos mucha falta el uno al otro, obviamente, pero por dicha tenemos oportunidades para compartir juntos cosas que nos gustan (como el gusto por las exóticas celebraciones asiáticas, o por el uso de palillos para comer). Y por dicha hay cosas aquí que se parecen un poco a lo que tenemos en CRC. Estoy en una terra distante, pero por dicha algunas cosas son parecidas.

mMm, wantán…

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Poemas en Japonés Antiguo

Hay una cosa muy cierta acerca de los idiomas: Los idiomas cambian. Cambian día con día, aún cuando no lo notemos. (Y eso no los hace ni mejores ni peores, simplemente diferentes). Mis agüelos [sic] no hablan igual que yo, y aunque la diferencia sea mínima, esas diferencias se van montando a lo largo de siglos y siglos. ¿No me creen? Denle un vistazo a El Cantar del Mío Cid, un texto en español de hace solo 800 años, o a Beowulf, un texto en inglés de hace un poco más de 1000 años. Si esto es tan diferente, imagínense cuándo habrá cambiado el japonés en 1300 años.

Pues ese es precisamente el emocionante tema del que se trata mi clase de japonés clásico. La primera parte del curso fue ver las principales diferencias gramaticales entre lo que ellos hablaban hace mil años y lo que los japoneses hablan hoy en día. (Hasta los japoneses nativos que hay en la clase tienen problemas para entender esos textos). La segunda parte del curso ha sido empezar a leer textos. Precisamente lo primero que nos pusieron fueron tres poesías de la colección Kokinshuu «Antología de Poemas de Antiguos y Nuevos Tiempos», escrita alrededor del año 920. En la clase lo que el profesor nos dio fue una transcripción del poema hecha en computadora, pero yo no resistí y me fui a buscar un original. ¡Por dicha lo encontré! La Universidad de Waseda en Japón se molestó en escanear un Kokinshuu copiado en 1553, donde están todos los poemas escritos a mano.

Más abajo en esta página están los poemas que el profesor, así como aparecen en el libro. En el lado izquierdo de cada ilustración está el texto original, y en el lado derecho están las letras en japonés a como se escriben en estos días. Entonces, leamos el primero…

Poema 1: N°9, Pg. 16. Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma.

雪の降りけるをよめる
きのつらゆき
霞たち木のめも
春の雪ふれば
花なき里も花ぞちりける

Yuki no furikeru o yomeru
– Ki no Tsurayuki
Kasumi tachi ki no me mo haru
haru no yuki fureba
hana naki
sato mo hana zo chirikeru

Poema compuesto porque cayó nieve
– Por Ki no Tsurayuki
La neblina se levanta y a los árboles quieren salirles las hojas.
Cuando cae la nieve en primavera
Parece que llovieran flores aún en los pueblos donde no han salido las flores.

Este primer poema es bastante bonito por lo directo y simple de su interpretación: Cuando cae la nieve, cae tan blanca como las flores de la primavera. Y por eso parece que una lluvia de flores está cayendo sobre nosotros. Por cierto, por si no se las recuerdan, estas son las flores de cerezo:

Flores de Cerezo (La fotografía del cerezo "ahora" es propiedad de Kropsoq, y está usada bajo una licencia Creative Commons cc-by-sa-2.5. El dibujo de los cerezos "antes" es de Hiroshige Andou, y es parte del dominio público). Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.

Ahora, vamos con un poema más retador…

Poema 2: N°38, Pg. 19. Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.

梅の花を折りて人におくりける
とものり
君ならで誰にかみせん梅花
色をも香をも知る人ぞ知る

Ume no hana o orite hito ni okurikeru
– Tomonori
Kimi nara de tare ni ka misemu ume no hana
Iro o mo kaori o mo shiru hito zo shiru.

Poema escrito al cortar una flor y mandársela a alguien
– Por Tomonori
Si no es a ti, a quién le podría enseñar la flor del ciruelo?
La única persona que entiende esta flor es aquella persona que entiende al mismo tiempo su forma y su aroma…

Si ustedes creen que este poema tiene alguna misteriosa interpretación filosófica de la belleza… no’p. Se están yendo por las ramas. Vean el título de nuevo. Este es un poema que está siendo compuesto para acompañar a una flor. Seguro las dos personas tuvieron algún encuentro romántico anteriormente, y solo ellos dos entienden cuál es el verdadero significado de «la forma y el olor de la flor». ¿Alguna promesa de amantes? ¿Algún juego de esos que uno inventa al estar enamorado? Si suena mal pensado, bueno… ¡así son los seres humanos! La gente que escribió estos poemas son iguales a nosotros, y eso es de lo más emocionante de leer literatura antigua: Ver que pensaba esta gente, que estaba en tiempos y circunstancias muy diferentes, pero que son esencialmente iguales a nosotros en sus pensamientos y sus sentimientos. Ahora sí, a un poema más filosófico…

Poema 3: N°53, Pg. 22. Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.

なぎさの院にてさくらを見てよめる
在原業平朝臣
よの中に絶えて桜のなかりせば
春の心はのどけらまし

Nagisa no Win ni te sakura o mite yomeru
– Ariwara no Narihira Noason
Yo no naka ni taete sakura no nakariseba
haru no kokoro wa nodokeramashi

Poema escrito al ver una flor sobre la residencia de Nagisa
– Por el ministro Ariwara no Narihira
Si en este mundo nunca hubieran existido las flores de cerezo,
la primavera me traería solo sentimientos de tranquilidad.

¡Este sí es interesante! ¿Porqué algo tan bonito como la flor que vimos arriba habría de traernos intranquilidad? Porque las flores son efímeras, solo duran un segundo. En Japón los cerezos florecen en la primavera, pero en unas pocas semanas las flores se caen del árbol. Las flores duran tan poco que nos recuerdan a la propia vida humana, que parece pasar en un parpadeo. El sentir empatía por el hecho de que la belleza dure solo un segundo es algo muy propio del budismo; en Japón le llaman mono no aware ‘conciencia de lo efímero’. Y de eso se trata ese poema. La flores son sumamente hermosas, pero nos recuerdan nuestra propia mortalidad.

Los tres poemas son muy diferentes entre sí, pero creo que tienen en común el mostrarlos los sentimientos de sus autores. Gente muy lejana a nosotros culturalmente, pero con sentimientos que todos podemos entender. Ese es el encanto de estar tomando la clase de Japonés Clásico. Les traeré más historias conforme las vaya traduciendo (y el profe me vaya haciendo más exámenes sobre ellas… ¡ploc!)

(Y por cierto… si leen la transcripción al japonés del tercer poema, van a encontrar que hay algo ahí que está obsoleto. Por una tarjeta de regalo de US$5 en Amazon.com… ¿Qué es lo que está obsoleto? ¡El primero que lo postee se lo lleva!)

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Fast Forward: Seis semanas

Seis semanas… Eso es más o menos el tiempo que ha pasado desde la última vez que pude postear algo en el blog. Han sido dos meses ocupados, como estoy seguro que ustedes saben. Por dicha hice muchas tareas, vi a mucha gente y me encontré con familia y amigos. ¡Terminé mi primer semestre en la Universidad de Arizona! ¡Y además pude salir a pasear por el mundo con mi novia! Sí, fueron dos meses de locos, pero muy bien aprovechados.

Hace seis semanas yo estaba en la parte más caliente del semestre. Por dicha me fue bien en todos los cursos (en todos obtuve una ‘A’), y aunque costó, entregué todos mis trabajos de la U listos y a tiempo. Mientras yo hacía mis trabajos la naturaleza misma cambiaba, y el verano comenzó a dar paso al otoño, haciendo que los árboles se volvieran rojos y amarillos. La gente salía a ferias de arte a comprar regalitos para una navidad que yo todavía veía lejana. Y una noche la temperatura llegó a -5°C… Fue en ese punto que me di cuenta que necesitaba encender la calefacción de la casa.

Los días pasan. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

El frío trajo consigo los aires navideños, y como en todo lugar del planeta, la temporada se inauguró con ese evento esencial: las fiestas con los compañeros. (Pero no hubo amigo secreto este año… qué aburrido). Los lingüistas hicimos una pequeña fiesta el último fin de semana, ¡y estuvo bastante divertido! Las chiquillas tuvieron la idea de hacer una «estación galletera»: Hicieron galletas y lustre para las galletas… ¡pero! No pusieron el lustre sobre la galleta, sino que lo pusieron en tarritos para que la gente misma llegara a hacerse las galletas. Éxito rotundo. Otra compañera hizo pozol, y yo hice aporté a la injundia [sic] con un rompope casero al mejor estilo costarricense. ¡Por dicha gustó! Parece que el rompope de aquí es mucho más espeso que la versión tica, entonces eso causó sensación, e hizo que la bebida fuera consumida con celeridad.

Fiesta navideña en casa de Andréa. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Una semana antes de la fiesta tuve la oportunidad de hacer algo inusual: Pude salir de Tucsón y ver otra ciudad. ¡Y qué ciudad! Fui a Los Ángeles para hacer un exámen de japonés (el JLPT N3), y aproveché para visitar algunos puntos icónicos de la ciudad. Antes del examen fui a dar una caminata por Hollywood (que es como una calle larga con algunos teatros y muchas estrellas en el suelo), y después del examen fui al Barrio Chino y al Barrio Japonés. En total tuve unas 8 horas de exploración antes de tener que devolverme, pero valió la pena. Luego tengo que hacer una entrada completa sobre ese viaje, pero por ahora, les dejo algunas fotos para que se antojen.

Algunas fotos del viaje de un día a Los Ángeles. La estrella de Bela Lugosi es mi pequeño homenaje a la película "Ed Wood". (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Y de repente, casi sin aviso, el semestre había terminado. Entregue todos mis trabajos, hice una maleta con toda mi ropa, y en medio de la madrugada me encontré tomando un bus para ir a Costa Rica. Sí, un bus: El viaje me tomó varias etapas, y la primera era el bus público de mi casa adonde tenía que agarrar el shuttle (microbús) que me llevaría al aeropuerto de Phoenix (a 150 kms. de distancia). Me tomó un bus público, una microbús, dos aviones y unas 15 horas, ¡pero llegué a Costa Rica! Y así fue: Después de 133 días, 9 horas y 20 minutos, la Expedición 17A había terminado.

Para llegar hasta Costa Rica tomé todo tipo de vehículos. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

¡Volví a reencontrarme con mi novia, mi familia y mis amigos! El viaje estuvo muy bonito, por dicha. Obviamente tengo que escribir algo más de detalle, pero Lí ya hizo algunos excelentes posts sobre cómo estuvieron nuestros paseos por Costa Rica: Quepos-Manuel Antonio-Puntarenas, Vamos a hacer ciencia… aventura bribri montaña adentro y Puerto Viejo, Cahuita, Limón y gripe= el Sur del caribe costarricense. Chéquenlos y disfrútenlos. Por ahora, los dejo con un minimosaico de las aventuras por CRC. Las aventuras incluyeron piernas de cerdo, tamales, Churchill en Puntarenas, yuca talamanqueña, piquiniquis universitarios, ron con coco, pollo jamaiquino, pollo Chicken Bros, pescado con curry y una barbacoa mongoliana. Cuando Lí y yo viajamos somos como Bourdain, ¡pero más cool! Gracias, por cierto, a todos los que nos dieron de comer.

Algunas escenas del viaje por Costa Rica. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Y así, con las pilas puestas otra vez, la nueva Expedición 17B tenía que comenzar. Volví a Tucsón. Algo divertido es que, cuando estaba en el aeropuerto de Houston haciendo transbordo había un avión grandote de Emirates a punto de salir para Dubai. Yo estaba viendo el avión, y una aeromoza de Emirates llegó corriendo a preguntarme: «Señor, ¿usted va para Dubai? ¡Ya tenemos que salir!». No tienen idea de la tentación que tuve de decirle «¡sí, vamos!» Vi el avión de Emirates despegarse de la manga y luego seguí mi camino. Cuando finalmente llegué a Tucsón no solo eran las 2 a.m., sino que era invierno, y la naturaleza había cambiado desde que me fui. Al salir el sol, pude ver que las hojas rojas y amarillas ya se habían ido.

Mismo árbol en noviembre y en enero. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Me sentía solillo cuando llegué, obviamente, pero poco a poco traté de acomodarme a estar aquí otra vez. En los días siguientes ordené la casa, conseguí útiles y libros… ¡Pude ir a la actividad de Obama en Tucsón! La ocasión obviamente no era la más feliz (fue por el tiroteo de unos días atrás), pero siento que la gente de la ciudad se sintió aliviada por la actividad. La bendición fue dada por un señor indígena de la tribu Pascua Yaqui, algo muy interesante y muy arizoniano (puede ver el video aquí), y la verdad el tono de la actividad fue respetuoso. Algo que me pareció muy sincero de parte de Obama fue que él dijo que «no importa cuánto dinero tengamos o cuánta popularidad hayamos tenido, sino cuán bien hayamos vivido y amado», y al final del discurso de bajó del podio y le dio un beso a la Michelle, susurrándole cosas al oído. Un mae que quiere a la esposa… Eso es bueno. Por ahorita no tengo fotos de mí en la actividad, pero sí tengo fotos. (Me encontré con una amiga de Óptica, y al final me hice compa de la mitad del departamento). Después se las paso.

Finalmente empecé el semestre. Estoy llevando cinco cursos, cuyo detalle les describo a continuación:

Fonología 2: Trata de fonética, o de cómo hace la boca para producir los sonidos humanos.
Sintaxis 2: Trata de cómo se ordenan las palabras en las oraciones. Para estudiar eso nos enfocamos en las teorías de 1994 para acá, en particular en el Minimalismo de Chomsky.
Revitalización de lenguas: Esta clase se ve muy interesante. La profe es una señora de la tribu Ute de California, y durante las clases conversamos sobre los métodos, las esperanzas y frustraciones asociados a la revitalización de las lenguas indígenas y minoritarias. Además, como parte del curso, la señora nos está enseñando un poquito de su idioma, la lengua Ute, usando un método de inmersión. Ahí les cuento cómo nos va.
Japonés clásico: Resulta que, como cualquier grupo de personas del planeta, los japoneses de hace mil años hablaban diferente que los japoneses de ahora. Yýy, estoy llevando un curso de cómo era ese japonés antiguo. Por ahora me está gustando mucho; vamos a ver cómo progresa.

Al igual que el semestre pasado, les desgloso cuáles son los universidades en las cuales se doctoraron mis profesores de este semestre:

Lugares de doctoramiento de los profesores en primavera 2011. (Tengo 5 profesores; cada uno se doctoró en una universidad diferente).

Como es principio de semestre y la carga académica todavía no es taáan pesada, aproveché un día de estos para salir a pasear por los alrededores. Me di cuenta de que, por dicha, el bus público sí llega hasta un lugar histórico que se llama la Misión San Xavier del Bac, un edificio de hace unos 300 años situado en el centro del territorio indígena Tohono O’odham. Me fui con algunos chiquillos latinos, y pudimos pasar varias horas explorando el lugar, cuyo interior estaba decorado según el estilo ultrabarroco mexicano. (Y sí, ultrabarroco es una palabra). Vimos la iglesia, vimos a una quinceañera tomándose fotos con toda su familia, comimos pan frito indígena… ¡Un buen paseo! Pronto escribiré una entrada completa sobre esto, pero por ahora, les dejo algunas fotos para que se antojen.

Iglesia de San Xavier del Bac. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Y (para terminar el fast forward), el fin de semana pasado fue mi cumpleaños. (¡Oh, sí!). Lo organicé un poco a la carrera, pero al final algunos de mis compas en Tucsón y yo fuimos a comer pizza a un lugarcillo que se llama Sin Anchoas. (Fue complicado encontrar mesa porque esa tarde eran como las semifinales del futból americano, pero al final sí se pudo). Comimos pizza, bromeamos… la pasamos bien, por dicha. ¡Y mucha gente me mandó felicitaciones! Como cien personas en el Facebook. Y, para terminar el día, por dicha pude soplar candelitas con mi familia y con Lí. (Mi queque era una barrita de banano de las que me mandaron los chiquillos hace meses. Era eso o una tostada con jalea de piña). ¡Incluso recibí regalos! Una muchacha rusa que está en mi clase de Revitalización me regaló unos confites rusos. Betsy y la familia me regalaron libros para la U, y Lí me regaló una olla para hacer arroz en el microondas. (Algo que me alegra más de lo que ustedes se pueden imaginar).

Mosaico cumpleañero. (Haga clic en la imagen para ver una versión más grande la misma).

Seis semanas. Seis semanas en que he tenido muchas oportunidades de sonreír, por dicha. Seis semanas para tratar de seguir caminando. Gracias demasiadas a todos los que me acompañaron en este tiempo, y ahora, ¡a seguir trabajando! Prometo que continuaré contándoles de mis retos aquí, y de cómo se desarrolla el segundo semestre, un semestre que de seguro estará lleno de emociones fuertes. Por ahora, tengo que ir al súper y lavar la ropa. La vida es simple, la vida es complicada… La vida es interesante, la vida es bonita. La vida sigue.

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Feliz cumpleaños, Rolo!!!!

Y como es tradición, cada 23 de enero Rolo cumple años…

Y así

y así es como este chiquillo ya tiene 29 años bien cumplidos...

Porque nadie nos quita lo bailado, muchas felicidades y que cumplás miles de años más… o tal vez no tantos, pero sí los suficientes como para que podás disfrutar de todo lo bueno que la vida pueda ofrecerte.

Y un regalo, ya que no pudiste tomarte la foto con Bárbara Rebolledo cuando fuiste a Chile, yo tengo una foto para vos!

¡Mira!

Bárbara y Rolo en Chile 🙂

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Acción de Gracias

Esta es una entrada un poco larga porque hay mucho que decir sobre Acción de Gracias. Primero empezamos con lo malo (lo que a la gente se le ha olvidado sobre la ceremonia). Luego seguimos con lo muy bueno, el hecho de que es una celebración dedicada a la familia y a la reflección. Y… ¿qué es lo feo? Es la gente atropellándose y matándose para entrar a las ofertas de Viernes Negro. (Este año hubo varios heridos en Buffalo, NY, y en 2008 hubo dos muertos en California). Mae, no puedo creer que estén replicando eso en CRC…

Deberíamos hacer una protesta…

Eso lo dijo una de las profesoras de idioma Navajo en la universidad, un poco un broma y un poco en serio. (Esa profe por sí misma merece una entrada del blog. Es una señora navajo buenísima gente y con los pies bien en la tierra. Ella empezó como profesora de primaria en una escuela rural y terminó con un doctorado). Estábamos en un salón para reuniones de los profesores de lingüística, y el resto de la gente en la habitación, estudiantes de la Maestría en Lenguas Indígenas Estadounidenses, asintió con la cabeza a la idea de la protesta. Sí, a como es la historia de ese día, la gente debería ser más consciente de cómo empezó y de qué pasó con los nativos americanos después

¿Y porqué no la hacen?, le pregunté yo.

Meh… la haríamos, pero a los nativos americanos también les encantan las ofertas de Black Friday «Viernes Negro».

Hay gente indígena que se siente tan traicionada por la expresión «Día de Acción de Gracias» como algunos latinoamericanos cuando oyen que el 12 de octubre es el día de la «conquista de América». (En América Latina esa fecha evoca sentimientos tan negativos que el nombre se le ha ido cambiando con los años. Creo que en 2010 en Costa Rica ese día se llamó «Día de las Culturas»). Y con buena razón: Aquí en las escuelas les enseñan a los chiquitos que el día nació de la amistad entre los indígenas y los colonos ingleses, en la forma de un gran festival de la cosecha. Los primeros días de Acción de Gracias en el continente americano fueron en los 1600s, y el banquete más recordado es el de 1621 en Plymouth, Massachussetts. En ese año los colonos ingleses estuvieron a punto de morir, y dos jefes indígenas, Squanto y Massasoit, les tuvieron compasión y les dieron comida, semillas y conocimiento sobre cómo pescar y sostenerse por sí mismos. Así que, habiendo sobrevivido y aprendido, los colonos hicieron un gran banquete para dar gracias por estar vivos. Hasta ahí, todo muy bien. Pero, ¿cómo les pagaron los colonos de vuelta? Solo digamos que al final no terminaron como los mejores amigos… (Entiéndase, durante los siguientes 350 años los colonos y luego los estadounidenses les hicieron la vida muy difícil. Destino Manifiesto, asimilación forzada…. ya saben por dónde va la cosa).

Dos pinturas: La primera, un encuentro altamente idealizado entre culturas ("The First Thanksgiving" por Jean Leon Gerome Ferris (1863–1930)). En la segunda, de nombre "Destino Manifiesto", la luz de la civilización hace que los indígenas en el rincón inferior izquierdo del cuadro huyan hacia la oscuridad. (Pintura por John Gast (1772-1837)). Ambas pinturas pertenecen al dominio público). Haga clic en la imagen para ver una versión más grande de la misma.

(Btw: Curiosamente, hay un conglomerado de grupos indígenas que sí hace una protesta por esto. Ellos organizan todos los años un Día de No Acción de Gracias en Alcatraz).

Otro ejemplo de una tradición totalmente cambiada es el plato principal de la comida. En estos días, la quintaesencia de la acción de gracias es el pavo, junto con acompañamientos como la salsa gravy, los arándanos, el pan de maíz y el pastel de calabaza. Sin embargo, los arándanos no se pueden comer sin azúcar (créanme… ya lo intenté; saben horrible) y en América no había azúcar. ¿Pastel de calabaza? No sin harina, de la cual tampoco había. Los indígenas se comían la calabaza como un vegetal. ¿Y el pavo? Aunque talvez comieron pavo [1, pg.38], en realidad el plato fuerte fueron los mariscos de la Bahía de Plymouth. Y de todos los mariscos, uno en particular fue la estrella del día: la anguila [2], que era «gorda y dulce» según los pobladores [3, pg.26].

Comidas de Acción de Gracias a través de la historia (Dibujo de las anguilas propiedad de Roberto Parada y el New York Times; todos los derechos reservados. URL original: http://www.nytimes.com/2010/11/25/opinion/25prosek.html)

Pero talvez lo que más ha cambiado es el espíritu de la celebración. El Día de Acción de Gracias era un festival de la cosecha, y de hecho el festival se celebraba de forma irregular, cada vez que los colonos determinaban que habían tenido una «buena cosecha». Ya en los años 1770s, el sentido de «festival de la cosecha» se estaba perdiendo, y cuando George Washington proclamó el «primer día nacional de acción de gracias» en 1777, lo hizo para agradecer por la existencia de la patria [4]. Las proclamas presidenciales siguieron dándose ocasionalmente hasta 1815, pero de 1816 a 1862 no hubo ningún día de acción de gracias. Y entonces, en 1863, Abraham Lincoln pidió que todos tomaron un día para agradecer porque la nación seguía resistiendo a la Guerra Civil, y sugirió que el evento debía fijarse anualmente. Para ese entonces, el día ya no se trataba de la cosecha, sino de agradecer por tener a la gente de la familia a la par. Y desde ese entonces, todos los años a final de noviembre se celebró la Acción de Gracias.

Es así como lo entiende la gente hoy en día: El Día de Acción de Gracias es un día para estar con la familia. Además, lo piensan como una celebración bonita porque no existe la «presión» de tener que comprar regalos para nadie. Ese día, lo único que importa es el gozo de verse juntos alrededor de una mesa. O por lo menos así lo describía Andréa, una compañera mía a la que literalmente le brillaban los ojitos llenos de esperanza al contar que iba a tomar un vuelo para ver a su familia en California. (De hecho, hubo un momento extraño porque ella me preguntó que qué iba a hacer yo ese día. Seguro que estudiar y nada más, respondí yo. En ese momento, los ojitos de esperanza le cambiaron a ojitos de tristeza, como si alguien en Costa Rica dijera que para Navidad o Año Nuevo lo que va a hacer es estudiar y nada más. Me sentí tan culpable que le respondí No, no… seguro algo hago por ahí). Yo no sabía que esta gente se lo tomaba tan en serio… Mientras ellos hablaban de lo que iban a hacer, parecía que le tienen tanto aprecio al Día de Acción de Gracias como los costarricenses le tenemos a las celebraciones de diciembre. No me había dado cuenta hasta ahora.

Así que, determinado a no ser un mentiroso (y un amargado), me puse a pensar qué hacer para Acción de Gracias. Por suerte, la gente de lingüística organizó un almuerzo de Acción de Gracias para los que nos quedábamos en Tucsón. (De mi generación creo que absolutamente todos se fueron de la ciudad para visitar a sus familias en otras partes de la Federación). Y yo me ofrecí a hacer… ¡salsa de arándanos!

Receta de Acción de Gracias con letras de Google. (El nombre Google y las letras del Google Doodle son marca registrada de Google Corporation).

Por supuesto, yo no tenía la más mínima idea de cómo hacer salsa de arándanos. Por dicha, como pueden ver arriba, Google puso en su página inicial algunas útiles recetas de día de Acción de Gracias. Ni lerdo ni perezoso, fui a buscar los deliciosos ingredientes. Me costó que esa cosa redujera (y creo que la dejé mucho tiempo al fuego), pero al final pude hacer algunos deliciosos tarros de salsa para pavo.

Salsa de Arándanos (Por cierto, la receta puede llevar nueces y canela, pero al final no le puse ninguno de los dos ingredientes)

La fiesta era en casa de uno de Kevin, un muchacho que creo que está como en tercer año. El mae se encargó de preparar el pavo, así que yo simplemente agarré mis tarritos de salsa y me fui caminando a la casa de él. (Por dicha vive como a 6 cuadras). Como pueden ver por las fotos de abajo, llegué justo a tiempo…

Plato principal del almuerro de Acción de Gracias. (Y por cierto, si ponen atención a la foto izquierda, van a notar que en el refri hay un anuncio de un concierto de una banda. Le ofrezco un premio de un tarrito de jalea de cacto o un chocolate de 60% cacao a quien diga primero: ¿Cómo se llama la banda? Una pista: es el rótulo que está por los jugos).

¡Comida! Creo que la única persona conocida para ustedes en esa foto es Deniz, la muchacha turca que es mi mentora aquí en la universidad. Por ahí habían algunos extranjeros también, como Alex la australiana y Colin el canadiense. (Por cierto, los canadienses tienen su propio día de Acción de Gracias, con su propia fecha y su propia historia. Para más info, ver aquí). En la mesa había todo tipo de viandas deliciosas… Pan de maíz, stuffing (pedacitos de pan con especias y/o frutas que se ponen dentro del pavo), salsa gravy, vegetales y champiñones rostizados, börek (un plato turco de espinas y pasta filo, similar a las spanakopitas griegas), frijoles con azúcar moreno… De postre hubo pastel de calabaza y pastel de pecanas. Estuvo buenísimo.

Almuerro de día de acción de gracias

Dos de los chiquillos hicieron un pedacito del ritual de Acción de Gracias, para emular lo que pasaría si estuviéramos en alguna de las millones de mesas familiares en donde se estaba llevando a cabo esa ceremonia. Todos fuimos, en círculo, diciendo las cosas por las cuáles estábamos agradecidos. (Yo estuve agradecido por estar ahí, porque había gente que me estaba empezando a conocer en UofA, por la noiva [sic], y porque había gente en casa esperando mi regreso). Luego, uno de los muchachos pronunció una pequeña oración, y a continuación… Ni una palabra. Ni una palabra durante un largo rato… Todos estaban atacados comiendo. Qué puedo decir, hacía mucha hambre.

¡El resto de la tarde la pasamos bien! Conversando de tonteras, hablando tradiciones en diferentes lados… Y quejándonos de haber comido demasiado. (Y por cierto, se dice que hay un video de yo y otro mae peleando con espadas Nerf, hechas de un material suave para no matar a nadie. ¡Y se dice que yo gané el duelo! Todos esas escobas rotas jugando a los Jedis por fin sirvieron de algo).

Así que, pude celebrar un día festivo local. En este país lleno de contrastes, la celebración menos materialista del año es seguida por uno de los días más materialistas del año. En este país de mil historias, cada uno toma una y vive su vida de acuerdo a ella. Y en este país, mucha gente comió pavo el jueves pasado. (O pavos hechos de tofu. También hay de esos). Lo único que puedo decir es, ¡por dicha pude celebrarlo! La verdad la fiesta estuvo muy bonita, y tuve un pequeño vistazo al alma de la gente de este país. Espero poder seguir aprendiendo más. A todos los chiquillos, gracias por tratar de explicarme lo que el día significaba para ellos. Y a todos mis compañeros de UofA, a todos los Fulbrighters, y a todos en general, ¡feliz día de Acción de Gracias!

[Y agárrense, porque las dos semanas finales del semestre se vienen pero con todo!] [Suena Jugo de piña en el fondo].

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